Relajarse dos minutos.


Y disfrutar de este videito que me encontré casi de casualidad.
Éxitos y toda la energía del universo para las entregas finales!

Paris Short Cuts


This is a short selection and editing of the first shots I did with the HV20. Shot in april/may 2008 at Paris. I lived one year in the heart of the city in a colocation, and it was for me a great occasion to remember it through this short edit. 
Postproduced with CS3, all shot graded and "maked up" in After.
Music by Gustavo Santaolalla for 21 grams OST



Una dosis de inspiración

Dada la crisis que se percibe en los aires facebookeros y alrededores, hago una pequeña y humilde contribución a la inspiración popular y les dejo a todos una serie de fotos de libros-objeto y puestas interesantes que vengo recolectando hace un tiempo.















































Bueno, perdón por la longitud del post. Si a alguien le sirve y tienen ganas, más tarde subo más.
Besos y pilas para todos.









chauchis

No pude ir a la clase de hoy por laburo y me contaron que comieron torta y que Paula dijo cosas muy lindas, mando besitos y que no va a venir el jueves que viene.
Como no voy a poder despedirme de ella quería aprovechar este medio para agradecerle por tan bello año.

Creo que aprendimos no solo de las correcciones sino de que siempre las hiciste con una sonrisa de oreja a oreja. Así que quiero agradecerte eso: la alegria y la confianza que depositaste en nosotros. Hiciste que aprendiéramos a reirnos de las cosas que nos son difíciles y eso es mucho más importante que el diseño.

(perdon por lo cursi)
UN BESO ENORME!
Julieta.

Los Otros Cuentos.




La Historia de los otros.

Contaron los más viejos de los viejos que poblaron estas tierras que los más grandes dioses, los que nacieron el mundo, no se pensaban parejo todos.

O sea que no tenían el mismo pensamiento, sino que cada quien tenía su propio pensamiento y entre ellos se respetaban y escuchaban.

Dicen los más viejos de los viejos que de por sí así era, porque si no hubiera sido así, el mundo nunca se hubiera nacido porque en la pura peleadera se hubieran pasado el tiempo los dioses primeros, porque distinto era su pensamiento que sentían.

Dicen los más viejos de los viejos que por eso el mundo salió con muchos colores y formas, tantos como pensamientos había en los más grandes dioses, los más primeros.

Siete eran los dioses más grandes, y siete los pensamientos que cada uno se tenía, y siete veces siete son las formas y colores con los que vistieron el mundo. Me dice el viejo Antonio que le preguntó a los viejos más viejos que cómo le hicieron los dioses primeros para ponerse de acuerdo y hablarse si es que eran tan distintos sus pensamientos que sentían.

Los viejos más viejos le respondieron, me dice el Viejo Antonio, que hubo una asamblea de los siete dioses junto con sus siete pensamientos distintos de cada uno, y que en esa asamblea sacaron el acuerdo.

Dice el Viejo Antonio que dijeron los viejos más viejos que esa asamblea de los dioses primeros, los que nacieron el mundo, fue mucho tiempo antes del ayer, que mero fue en el tiempo en que no había todavía tiempo. Y dijeron que en esa asamblea cada uno de los dioses primeros dijo su palabra y todos dijeron: “Mi pensamiento que siento es diferente al de los otros”. Y entonces quedaron callados los dioses porque se dieron cuenta que, cuando cada uno decía “los otros”, estaba hablando de “otros” diferentes.

Después de que un rato se estuvieron callados, los dioses primeros se dieron cuenta que ya tenían un primer acuerdo y era que había “otros” y que esos “otros” eran diferentes del uno que era. Así que el primer acuerdo que tuvieron los dioses más primeros fue reconocer la diferencia y aceptar la existencia del otro. Y qué remedio les quedaba si de por sí eran dioses todos, primeros todos, y se tenían que aceptar porque no había uno que fuera más o menos que los otros, sino que eran diferentes y así tenían que caminar.

Después de ese primer acuerdo siguió la discusión, porque una cosa es reconocer que hay otros diferentes y otra muy distinta es respetarlos. Así que un buen rato pasaron hablando y discutiendo de cómo cada uno era diferente de los otros, y no les importó que tardaran en esta discusión porque de por sí no había tiempo todavía.

Después se callaron todos y cada uno habló de su diferencia y cada otro de los dioses que escuchaba se dio cuenta que, escuchando y conociendo las diferencias del otro, más y mejor se conocía a sí mismo en lo que tenía de diferente. Entonces todos se pusieron muy contentos y se dieron a la bailadera y tardaron mucho pero no les importó porque en ese tiempo todavía no había tiempo.

Después de la bailadera que se echaron los dioses sacaron el acuerdo de que es bueno que haya otros que sean diferentes y que hay que escucharlos para sabernos a nosotros mismos.

Y ya después de este acuerdo se fueron a dormir porque muy cansados estaban de haberse bailado tanto. De hablar no estaban cansados porque de por sí muy buenos eran para la habladera estos primeros dioses, los que nacieron el mundo, y que apenas estaban aprendiendo a escuchar.

No me di cuenta a qué hora se fue el Viejo Antonio. La mar duerme ya y del cabito de vela sólo queda una mancha deforme de parafina. Arriba el cielo empieza a diluir su negro en la luz del mañana…